Ediciones del Chochán
Madrid, España
2012
ISBN: 978-84-616-0912-3
Páginas: 144
Formato: 120 x 200 mm
«Una partida de ajedrez, la inundación y el pago de una deuda eterna, los delirios afiebrados de una niña, un hombre que pierde el último tren de la noche, una charla sobre la masacre de Trelew o un vecino obsesionado por una guerra olvidada son algunos de los puntos de partida de estos magníficos cuentos. Pero en la literatura nada es lo que parece. Así, detrás de cada escena cotidiana, en los suburbios o en el centro de la ciudad, se esconde un universo con leyes propias. Entonces el lector, sin saber ni cómo ni cuándo, se encuentra en otro espacio, en otro tiempo. Entramos en el terreno de los amores perdidos y de los deseos, del infinito y de las casualidades, el mundo de los fantasmas que se filtran en la vida bajo diferentes figuras, con los más diversos ropajes. Cristian Vázquez se inscribe dentro de la rica tradición de la narrativa breve latinoamericana, a la vez que aporta un estilo propio y cuidado, una visión personal de la literatura.» (Martín Lombardo, en el texto de la contratapa)
2012
ISBN: 978-84-616-0912-3
Páginas: 144
Formato: 120 x 200 mm
«Una partida de ajedrez, la inundación y el pago de una deuda eterna, los delirios afiebrados de una niña, un hombre que pierde el último tren de la noche, una charla sobre la masacre de Trelew o un vecino obsesionado por una guerra olvidada son algunos de los puntos de partida de estos magníficos cuentos. Pero en la literatura nada es lo que parece. Así, detrás de cada escena cotidiana, en los suburbios o en el centro de la ciudad, se esconde un universo con leyes propias. Entonces el lector, sin saber ni cómo ni cuándo, se encuentra en otro espacio, en otro tiempo. Entramos en el terreno de los amores perdidos y de los deseos, del infinito y de las casualidades, el mundo de los fantasmas que se filtran en la vida bajo diferentes figuras, con los más diversos ropajes. Cristian Vázquez se inscribe dentro de la rica tradición de la narrativa breve latinoamericana, a la vez que aporta un estilo propio y cuidado, una visión personal de la literatura.» (Martín Lombardo, en el texto de la contratapa)
